lunes, 8 de junio de 2020

Ética 3°, semana 5


SEMANA DE APLICACIÓN :
COLEGIO 

CALENDARIO
A
AÑO LECTIVO 
2020
GRADO 
  3
PERIODO
I
DOCENTE 


ESTANDAR
Terminado el año escolar la población estudiantil estará en la capacidad de asumir una actitud responsable, crítica y reflexiva frente a las diferentes situaciones en su contexto familiar, escolar y social.
COMPONENTE
La Persona y la Memoria histórica.

INDICADOR DE DESEMPEÑO
De conocimiento: Reconozco mi historia personal, y familiar, así como los rasgos de personalidad que nos hacen diferente de los demás.
De desempeño: Elaboro gráficos y rótulos sobre mi identidad, relacionándolo con mi propio nombre, mis fortalezas y debilidades.
METODOLOGÍA/ SECUENCIA DIDÁCTICA
  1. Unidad didáctica
Valor del reconocimiento y el agradecimiento
  1. Propósito: Querido estudiante…El propósito de esta guía es reconocer la importancia de ser personas serviciales y agradecidas.
  2. Desarrollo cognitivo instruccional 
La gratitud es un valor propio de almas grandes. Agradecer significa encontrar un motivo para dar gracias. Y encontrarlo es posible si tenemos los ojos bien abiertos y el corazón despierto para descubrir los miles de gestos que nos brindan los demás a todas horas, Pero, más a fondo, deberíamos dar gracias a Dios. 
La gratitud con los padres es un deber de cariño elemental. La gratitud con Dios es un homenaje que arranca de lo más profundo del corazón. La gratitud a los demás (tantos hombres y mujeres que se cruzan con benevolencia a lo largo de los vericuetos de la vida) es señal de ojos abiertos y corazones humildes

  1. Desarrollo metodológico
Leer detenidamente el texto
Nuestro mundo necesita una buena dosis de gratitud y un poco menos de reivindicaciones. Sí: hay que pedir lo que nos falta y nos corresponde, pero sin olvidar que también hay que agradecer lo que a veces “nos ha sobrado” y lo que más valía: el amor que muchos nos han regalado. También cuando quizá perdimos la ruta: hasta el criminal más perverso puede recordar el amor que le dio su madre encanecida y temblorosa. También cuando nos abandonó la suerte y caímos “en desgracia”, y nos abandonó un ser querido, el esposo o la esposa, un hijo o una hija. También cuando nos cerraron las puertas y todo parecía oscuro. Sólo quien haya experimentado en esos momentos de prueba la fuerza del amor de Dios y de los que son realmente amigos puede comprender lo que significa poder decir, hoy y siempre, simplemente esta breve y joven palabra: ¡gracias!